
Desde hace varios meses recibo este tipo de mensajes:
«Pepe, quiero dejar mi trabajo y hacer algo para mi», «Quiero controlar mi tiempo y ser el único responsable de mi trabajo», «Qué suerte has tenido y qué bien te va» y el que más me gusta «Quiero dejarlo pero bueno…ya sabes…»
Hace casi dos años que dejé mi trabajo en Telefónica y tengo algo que decirte antes de que lo dejes:
NO LO HAGAS. En serio, no lo dejes.
Tú dirás, Pepe, deja de contradecirte, siempre nos dices que luchemos por aquello que queremos conseguir, ya sea un trabajo, una novia o una meta deportiva. Pues si y no. Os voy a explicar qué hice antes de dejar el calor de una multinacional:
Casi un año antes de dar el salto me puse a trabajar en mi proyecto. Primero en #muerevacio y posteriormente en Betheclient( aunque éste, todavía no tenía nombre, digamos que me dedicaba a hacer webs a gente sin saber muy bien qué estaba haciendo).
El horario en Telefónica era muy cómodo y poco exigente, sobre todo si lo comparas al ritmo que llevo ahora. Entraba a las 8.30 y salía a las 5.30-6. Consecuencia, llegaba a casa sobre las 7. Hacía una hora de deporte al día y a las 20.30-21 me sentaba delante del ordenador. Las horas que dedicaba a mis proyectos variaban en función de lo cansado que estuviera. Unos días aguantaba hasta las 23, otras hasta las 24 y los menos hasta las 2-3 de la mañana.
No lo hacía todas las noches, ni todas las semanas seguidas. De hecho, aprendí que hacerlo más de 3 días seguidos me reventaba el cuerpo por no dormir lo suficiente. Lo hacía cuándo quería montar algo específico en #muerevacio o cuando cogía mis primeros trabajos como freelance. También tenía todos los fines de semana libre para seguir trabajando.
Apunta esto: «También trabajarás viernes por la tarde, sábado y domingo». Quizá no todos, pero si muchos.
Qué conseguí en este tiempo:
– Desarrollé la tienda online de Muerevacio. El primer presupuesto que me hicieron para un ecommerce fue de 1200€ con pasarela de pago integrada. No me lo podía permitir así que me puse a investigar cómo podía montar mi propia tienda. Tarde casi 2 meses.
– Desarrollé una comunidad online usando buddypress. Una especie de facebook para los usuarios de mi web. Fracasó pero aprendí.
– Desarrollé una plataforma de crowdfunding para financiar aventuras de seguidores de #muerevacio. Con ella hice mi proyecto #viajarcorrersentir y todo lo recaudado fue donado a Lucha con Leo.
– Hice mi primera página web profesional para Charlie.
Más allá de lo que desarrollé es más importante el aprendizaje que saqué y del que en ese momento no fui totalmente consciente.
Compaginar los dos «trabajos» me hizo ver las dificultades con las que me encontraría si trabajaba sólo como freelance.
Apunta esto también, no todo el mundo vale para emprender, no todo el mundo vale para ser su propio jefe, no todos tenemos que ser empresarios, ni siempre tienes que serlo( volver de vez en cuando a trabajar por cuenta ajena te puede dar años de vida). Si quieres hacerlo sé consciente de la responsabilidad y el sacrificio que conlleva. Al echar la vista atrás dos años me doy cuenta de que en ese periodo lo que estaba haciendo era probarme. Si era capaz de sacrificarme por cumplir con mis sueños, quizá, sería capaz de montar mi pequeña agencia y ser el dueño de mi vida.
También hice otra cosa. Cada 28 de mes cogía 1.000€ del sueldo de telefónica y lo metía en una cuenta que denominé «inversión». Ese dinero no lo «veía» por dos motivos. El primero conseguir un colchón. Ahorré 10k, no es mucho pero me sirvió de palanca para poder empezar con mis proyectos. Y segundo, me acostumbré a vivir con menos. Vivir con dinero es muy fácil, vivir de forma austera no lo es tanto.
Otra cosa que apuntar: vas a tener meses malos, meses en los que no cobres, meses en los que tendrás que apuntar hasta las cañas que te tomas para no salirte de tu presupuesto. Si no sabes, o no quieres saber vivir sin mucho dinero, mejor que no empieces.
Por mi experiencia, poca o mucha, te puedo decir que no lo dejes el día que te venga a la mente dejarlo. Ese día traza un plan y hazte estas 3 preguntas:
- ¿Qué responsabilidades tienes? Si tienes 3 niños y dos hipotecas…estás jodido.
- ¿Qué necesitas? Necesitas dormir cada vez que viajas en un 5 estrellas o puedes dormir en un hostal.
- ¿Qué sabes hacer? Con qué puedes ganar dinero.
Con este post no quiero quitarte de la cabeza que te lances a emprender tu idea, o quizá si, lo que quiero es que veas la realidad y responsabilidad que esconde tener un negocio propio. Yo llevo casi 2 años intentándolo y hay veces que me veo cerca de conseguirlo y otras en las que veo como el objetivo marcado cada vez está más lejos.
El camino no es fácil pero es divertido, si realmente quieres hacerlo haz todo lo posible por alcanzarlo.
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