
Llevamos bastante tiempo buscando el modelo de atención perfecto. Aquel que se pueda aplicar a varios negocios y nos pueda dar los resultados esperados.
Después de mucho buscar nos dimos cuenta de que no existe. Para cada negocio, servicio, cliente…el modelo de atención debe ser diferente porque no hay sólo un cliente.
Pero también nos dimos cuenta de una cosa, que el mejor modelo de atención es aquel que no necesita ser usado.
Me explico.
Si consigues que tu proceso de compra no falle, que tus productos no tengan reclamaciones o devoluciones, que la publicidad que haces no venda nada que no puedas ofrecer, que el tiempo de entrega sea el esperado por tu cliente, que el importe no crezca durante el proceso de compra…(estos son algunos ejemplos seguro puedes nombrar más).
En definitiva, si ofreces un servicio que a ti te gustaría recibir, posiblemente, conseguirás rebajar las interacciones con tus clientes.
Entonces, ¿cuál es la solución?
- No vendas nada que no puedas hacer.
- No ofrezcas un servicio que sabes no puedes dar.
- No primes las ventas por encima de un servicio.
- Analiza y controla todos los procesos en los que intervenga tu cliente.
- Actúa como lo hace tu cliente.
La mejor atención es aquella que no das. No sólo inviertas en atender, invierte en saber por qué atiendes.